Sabemos
que padece usted de gota,
si no
quiere sufrir de muerte lenta,
no se
espere a palmar a los ochenta
si
quiere ser llamado buen patriota.
Nuestras
arcas están en bancarrota
y la
pensión de usted es suculenta,
vivir
pierde interés tras los setenta,
renuncie
de una vez, sin dar la nota.
En el
noble país del Sol Naciente,
hace
tiempo que empieza a sobrar gente,
es
triste de decir, pero es lo que hay
cuando
me toque a mí, me iré con gana,
lo juro
por mi honor de samurai
(si
quiere, yo le dejo la katana).