Reconózcalo,
Fray, metió la pata,
nunca debió
aceptar aquel envite.
No se
lamente más, recapacite:
Aquella profecía
fue insensata.
Ahora mismo
los tiene por corbata,
le ruego que
el proceso facilite,
ese
izquierdo no vale ni un ardite
aunque es el
más hermoso, hablando en plata.
Antes de
terminado el escrutinio
es venturoso
hacer un vaticinio
que afecte
mayormente a quien gobierna.
Por no tener
acierto con el voto
saldrá con
un remiendo en el escroto
y bastante
escocida la entrepierna.
LdP