La poesía satírica siempre ha sido una de mis aficiones. Componerla y compartirla siempre me ha causado satisfacción y felicidad si he arrancado una sonrisa de quien me ha leído. La ironía, el sarcasmo, la sátira son armas de doble filo que pueden fácilmente volverse contra quien las utiliza. También pueden ser motivo de enojo para la persona satirizada. No es esa mi intención. No pretendo que esto vaya más allá que una crítica ácida a veces, pero inofensiva. Pero crítica al fin y al cabo.
martes, 22 de junio de 2010
MENTE YERMA
Presa de la apatía vil y cruel,
ofuscada, mi mente se bloquea,
incapaz de hilvanar alguna idea
que menoscabe el blanco del papel.
Bosqueja pensamientos sin nivel
y obtusa e ineficaz, zascandilea,
y cuanto más se esfuerza, más tontea,
vistiéndose engreída de oropel.
Vacío, sin ideas ni criterio,
sin instinto ni musa que me alcance,
sin cordura, razón ni magisterio,
me angustia resignarme a tal balance,
¿me ofrecerán por fin un ministerio?,
hundido en este estado, tengo chance.
LdP
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2 comentarios:
Algo no me casa en el soneto, D. Love. El primer verso ¿no quedaría mejor así?: "Presa de la apatía vil y cruel". Lo digo por eso de mantener el ritmo y la métrica.
Un abrazo.
Corregido D. Javier. Tenía usted razón, como siempre. Gracias por sus consejos. Abrazos.
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