Reconozco que las rimas de este sonetillo son algo forzadas y que la actitud de Candela Peña está exagerada, pero esto, en ocasiones, no deja de ser una caricatura de la realidad.
El hospital donde murió su padre ya la ha desmentido, pero si es verdad lo de las mantas y el agua, tiene razón para estar indignada. Que se aclare la cosa, porque no creo que los recortes hayan llegado a tanto, ¿o sí?
Con un parlamento huraño,
nos dice Candela Peña,
que ha venido la cigüeña
hace poco más de un año,
y desde un alto peldaño,
audaz los dientes enseña
(es de estatura pequeña,
pero, ¿qué importa el tamaño?)
Bravos vocablos empuña,
indignada se enfurruña,
se enardece y emponzoña:
–Dadme trabajo y cariño,
porque ha de comer mi niño
y no lo digo de coña.
LdP
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