Me parece poco conformarse sólo con condenar el hecho. Si la policía captura al descerebrado que lanzó el mechero contra Cristiano Ronaldo, creo que la justicia debe actuar con contundencia. Mientras tanto, permítanme la licencia del sarcasmo.
Es un extraño saludo,
pero hay quien por saludar
ha por costumbre lanzar
un objeto puntiagudo.
Si la intención, no lo dudo,
fuera dañar al fulano,
un mechero es muy liviano,
es muy claro y evidente,
que es mucho más contundente
la bombona de butano.
Por tanto, doy mi opinión
sobre el tema del objeto
que ayer le lanzó un sujeto
a ese mago del balón.
No es que fuera una agresión,
fue por marcar con destreza
un gol de franca belleza:
un menda centró un mechero
y Cristiano, muy certero,
lo remató de cabeza.
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