lunes, 21 de diciembre de 2015

LA DEUDA

Mi amigo y confesor Fray Josepho ha perdido una apuesta y ya han venido a cobrársela.


Reconózcalo, Fray, metió la pata,
nunca debió aceptar aquel envite.
No se lamente más, recapacite:
Aquella profecía fue insensata.

Ahora mismo los tiene por corbata,
le ruego que el proceso facilite,
ese izquierdo no vale ni un ardite
aunque es el más hermoso, hablando en plata.

Antes de terminado el escrutinio
es venturoso hacer un vaticinio
que afecte mayormente a quien gobierna.

Por no tener acierto con el voto
saldrá con un remiendo en el escroto
y bastante escocida la entrepierna.

                                      LdP