Con el brote de ébola todavía al acecho, acabamos de enterarnos de otra noticia no menos terrible. El año 1918, el mundo ya sufrió una pandemia terriblemente mortífera que dieron en llamar "gripe española". La razón del nombre no es que se originó en nuestro país, la llamaron así porque la prensa española fue la primera en dar la voz de alarma y hablar de ella. La noticia a la cual me refería antes planteará muchas dudas, pero explica otras muchas cosas.
La poesía satírica siempre ha sido una de mis aficiones. Componerla y compartirla siempre me ha causado satisfacción y felicidad si he arrancado una sonrisa de quien me ha leído. La ironía, el sarcasmo, la sátira son armas de doble filo que pueden fácilmente volverse contra quien las utiliza. También pueden ser motivo de enojo para la persona satirizada. No es esa mi intención. No pretendo que esto vaya más allá que una crítica ácida a veces, pero inofensiva. Pero crítica al fin y al cabo.
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