Se ha terminado la tregua. Mientras creyó en la victoria, se ha mantenido moderadamente moderado, pero como ya le parece que ha alcanzado su techo electoral y con este no le llega para ser Presidente, pues ya han empezado los escraches, como el que ya han sufrido Felipe González y Juan Luis Cebrián. Para Iglesias, gracias a motines como el de los inmigrantes del CIE de Aluche tenemos democracia, o sea, que la democracia es una cosa más de protestas y enfrentamientos que de urnas. Ahora que veo que con las urnas ya no llego donde quiero, me cisco en ellas. Desde las elecciones europeas de 2.014, debido a las expectativas que le crearon las urnas, hemos estado más o menos tranquilos. Antes habíamos tenido protestas ante el Congreso, con enfrentamientos serios con balances de bastantes heridos y detenidos, escraches a Rosa Díez en la Universidad...
Me temo que la cosa va a volver a empezar porque al señor Iglesias se le ha ocurrido un cambio de estrategia. A mí, me ha dado por festejarlo con este soneto de endecasílabos aliterados.
Sin demora, ganémosles la calle,
lo nuestro es la protesta y la batalla,
volvamos a la lucha en plan canalla
y hagamos sin tardar que todo estalle.
Ordenemos al paria que batalle,
y ahora que el poder nos avasalla
mostrémosles que el pueblo no se calla
aunque haya algún granuja que lo acalle.
Podemos se desinfla, pierde fuelle,
pero antes que naufrague y que se estrelle
les mostraré la rabia y el colmillo,
porque antes de que el IBEX me atropelle
le pediré a Errejón que me degüelle,
si no con una hoz, con un martillo.
LdP
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