Desde el Gobierno se anuncia que el vicepresidente segundo en coordinación con el Ministerio de Igualdad va a poner en marcha el Proyecto Viopet. No me gustaría frivolizar respecto al problema que intenta solucionar, por eso entiendo que haya mujeres que por no abandonar a sus hijos aguanten maltratos hasta cierto punto, pero, ¿por no dejar a las mascotas con el maltratador?
El Gobierno, como parece ser que no hay problemas más acuciantes, toma medidas para atender a los perros y a los gatos, pagar a los trabajadores con ERTE ya si eso otro día. Las prioridades son las prioridades.
¿Gobernamos y actuamos?
¡Vamos!
¿Nuestra forma de actuar?
¡A salvar!
¿Y qué es lo más inmediato?
¡Al gato!
Pues ahora, lo más sensato
y lo que más nos apremia
es olvidar la pandemia:
¡Vamos a salvar al gato!
Y después, ¿qué es lo que haremos?
¡Salvemos!
¿Puedo preguntar a quién?
¡También!
¿De la cárcel o el destierro?
Al perro.
Pues con voluntad de hierro
y es palmario y evidente,
como es preciso y urgente,
¡Salvemos también al
perro!
LdP
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