La poesía satírica siempre ha sido una de mis aficiones. Componerla y compartirla siempre me ha causado satisfacción y felicidad si he arrancado una sonrisa de quien me ha leído. La ironía, el sarcasmo, la sátira son armas de doble filo que pueden fácilmente volverse contra quien las utiliza. También pueden ser motivo de enojo para la persona satirizada. No es esa mi intención. No pretendo que esto vaya más allá que una crítica ácida a veces, pero inofensiva. Pero crítica al fin y al cabo.
miércoles, 21 de abril de 2010
A LA PAELLA
Amalgama que al fuego se conjura,
tejida en las paredes del caldero
por manos que bendicen con esmero
un tratado de vasta agricultura.
Luna llena de carne y de verdura,
que ensambla y aglutina el arrocero,
examen que doctora al cocinero
que en círculo trazó su cuadratura.
Del buen gusto te llamo quintaesencia,
el centro que engalana tu presencia
y nutre por la vista de antemano,
la cocina que el mundo reverencia,
que brota de la huerta de Valencia
y deleita la vida, grano a grano.
LdP
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11 comentarios:
No basta con que la paella sea valenciana de Valencia y ya está, el agua tiene que ser de Castellón que, si bien es mala para beber, le da a la paella un sabor especial. Para paella valenciana: "la de Castellón". ¡Qué rica!
Un abrazo.
La d'Holanda, la millor. sense cap dubte.
Joana, confieso mi ignorancia, pero yo asociaba Holanda con vacas, tulipanes, molinos y bicicletas, con paellas, la verdad, nunca.
Tannhäuser, no se alarme, mi amiga Joana es valenciana de la Ribera del Júcar, en pleno corazón de la provincia y ha crecido junto a los arrozales de Sueca. Lo de la paella holandesa es una broma irónica. Seguro que en su opinión no hay paella mejor que la que hace su madre. Un abrazo.
Tannhäuser, no eres ignorante, intentaba provocar a Don Love, pero no le ha hecho nuingún efecto mi comentario.
Además de vacas, tenemos allí un amigo valenciano, que hace unas paellas que a los holandeses les saben a gloria.
Don Love, passes de mi o consideres normals els meus desgavells?
No es eso, Joana, es que sencillamente lo consideré una broma irónica. Ya sabe usted lo sensible que soy a las provocaciones. B7s.
Veo que Javier sostiene,
sin mediar provocación…
que para hacer la cocción
de la paella, conviene
(el saber es lo que tiene
si se quiere presumir…),
agua pésima elegir,
y cuanto más asquerosa
mejor te saldrá la cosa,
y tu arroz será elixir.
De manera milagrosa
el sabor alabarán
y no por el azafrán,
sino por la base acuosa.
Teoría desastrosa.
¡Vaya paella molona
me saldría en Barcelona!,
Donde está clara una cosa:
Nuestra agua es horrorosa
y la paella ramplona.
Según mi amigo Javier,
para lograr la excelencia
y cocinar con solvencia:
un buen punto de cocción,
el agua de Castellón
y lo demás de Valencia.
Fruto de vuestra experiencia
todos dais sabias razones
de cómo con tropezones
guisais arroz en Valencia.
difícil es esa ciencia
solo una vez lo intenté
y aunque de todo junté
de calidad y exquisito
guisándolo despacito,
ciertamente, fracasé.
Pero me causa estupor
y hasta me cuesta creer
lo que dice D. Javier
del agua de mal sabor,
pues a mi me causa horror
el agua con carbonato
y dudo que a ningún plato
le pueda favorecer;
no se ofenda, D. Javier,
por la duda que relato.
Para mí, la conclusión,
es que la mejor paella
viene a ser de Castellón
pues que habiéndola probado
en Alicante y Valencia,
la de Castellón, insisto,
es la de mejor presencia
y, si además se acompaña
con la fabada asturiana,
digo en alto ¡viva Asturias
y la región valenciana!
Un abrazo y:
Si queréis probar paella
al estilo del pasado,
- al igual que una fabada-,
id por el centro asturiano.
-de Castellón de La Plana-
os quede o no os quede a mano.
mmmm paella...
La entrada es buenísima, como la paella, pero habrá que inaugurar un paraninfo de comentaristas bien pronto.
Hace poco salió en varias redes sociales el debate de dar a la paella de la Barceloneta la D.O., los votos no dicen más que lo que es, la paella es valenciana.
Un abrazo D. Love
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