domingo, 25 de abril de 2010

ORÍGENES XI: ROMANCE DEL CONDE ITALIANO



FUE POR LOS AÑOS 90 CUANDO EN LA REVISTA INTERVIU APARECIÓ UN REPORTAJE GRÁFICO DEL CONDE LECQUIO EN PELOTAS. AQUELLO CAUSÓ CIERTO REVUELO Y LANZÓ A LA FAMA DEFINITIVAMENTE A ESTE HOMBRE QUE HASTA ENTONCES ERA CONOCIDO POR HABER TENIDO UN HIJO CON ANA GARCÍA OBREGÓN Y POR HABER PUBLICADO FOTOS ÍNTIMAS CON ALGUNA FAMOSILLA CON LA QUE COMPARTIÓ COLCHÓN, O QUIZÁ ESTO FUE DESPUÉS DE LAS FOTOS DE INTERVIU, QUÉ MÁS DA. TODO UN PERSONAJE.

Quietud de viento y de olas
al sol del Mediterráneo,
el mar, cual alfombra azul,
y en la cubierta de un barco,
allí estaba con su novia
un cierto conde italiano,
paseando sin pudor
su cuerpo bien moldeado
y enseñando de una pieza
lo que no está en los catálogos.
Naturaleza curiosa,
qué bien dotaste a Alessandro,
¿por qué les niegas a otros
tan sugestivos encantos?
¿Por qué permites que algunos
tengan que medirla a palmos
y otros se la dimensionan
con centímetros escasos?
A la vista de las fotos,
para sosiego de incautos,
han hablado los incrédulos,
algunos han opinado
y ha levantado sospechas
las dimensiones del trasto,
y dicen que previamente
lo hubieron manipulado,
mas las crónicas no dicen,
no nos aclaran el dato,
pero lo cierto es que a mí,
la duda me está matando:
si fueron manos del conde
las que lo manipularon
o fueron las de la moza
las que un poco lo alegraron;
quizás un mal pensamiento
incrementó su tamaño,
quizá por simulación,
por un mimetismo extraño
tenga raras propiedades
el mismísimo aparato
y copiara las medidas
de los mástiles del barco,
quizá imitara el perfil
de un destructor italiano,
con sus armas, sus misiles
y su cañón apuntando.
Si otrora Don Juan Tenorio
a Roma se fue anunciando
en un papel intenciones
de duelos y amores varios,
ahora nos vienen a España
estos condes italianos
que en lo de vivir del cuento
saben más que catedráticos
y por si alguien pone en duda
lo viril que es el muchacho,
nos enseña el artilugio
con que gana los garbanzos.
Las buscadoras de fama,
las tontas del tres al cuatro,
que por salir en las fotos
junto a este noble italiano
no saben lo que han de hacer,
que se apunten este dato:
que viajen con él a Italia
y en cualquier hotel romano
se saquen algunas fotos
compartiéndole el camastro
y vayan luego a Interviu
a que les llenen el saco
y compartan con el conde
los dividendos cobrados,
para que este pobrecito,
este inocente Alessandro
pueda ganarse la vida
y pueda seguir tirando*.


LdP

*Nota: El último verso debe decir "tirándoselas" pero he tenido que acortarlo para cumplir con la métrica.

2 comentarios:

Joana dijo...

Molt bo, no hi ha res com fer crítica amb ironia sana i divertida.
T'ho passes pipa tu sols i a la esta ens fas eixir d'ací amb el somriure als llavis.
Si passes pel bosc hui, a més de llegir-me em podràs escoltar, però no t'esgarrifes, please.
Una abraçada amb moltes vergonyetes.
Joana

Neus dijo...

Muy divertida esta entrada, aunque sabes que el Photoshop hace milagros igual que para ellas, para ellos también.
B7s!