Durante un desfile en México, un vuelo no previsto de la falda del vestido de la modelo Miranda Kerr, esposa del actor Orlando Bloom, facilitó que le sacaran esta instantánea. La cosa no parece tener gran importancia, pero hay que ver qué oportunos que son a veces los paparazzi.
Cortinilla de tul, lienzo de holanda
vaporoso telón, velo de blonda,
celosa colocó, para que esconda
su parte más recóndita, Miranda.
Celosías de amor, selecta randa
que provoca, al mostrarse, trapisonda,
poniéndose lasciva y muy cachonda
la parte masculina de la banda.
La imagen puede ser bastante inmunda,
aireándote la parte más pudenda,
montándose un escándalo tremendo.
Y apréndete una máxima rotunda:
procura que el desliz no te sorprenda
faltándote esta prenda de tu atuendo.
LdP
La poesía satírica siempre ha sido una de mis aficiones. Componerla y compartirla siempre me ha causado satisfacción y felicidad si he arrancado una sonrisa de quien me ha leído. La ironía, el sarcasmo, la sátira son armas de doble filo que pueden fácilmente volverse contra quien las utiliza. También pueden ser motivo de enojo para la persona satirizada. No es esa mi intención. No pretendo que esto vaya más allá que una crítica ácida a veces, pero inofensiva. Pero crítica al fin y al cabo.
2 comentarios:
Ay, Miranda, mira, anda,
que se te ve el setevé...
muy bueno, sí señor, mucho arte en estos versos afinados y sardónicos, acuérdese de la que se lió en España con una foto de la Chávarri, a la sazón novia de los Albertos.
Enhorabuena por el blog. Nada fáciles de hacer esos versos.
saludos blogueros
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