miércoles, 23 de junio de 2010

TESTIMONIO REAL

Esta foto y este testimonio son reales e históricamente comprobados. La imagen, algo retocada por mi compañero Antonio pues la original resistió alguna riada, cuelga actualmente en una pared de la sacristía de la Parroquia San Miguel Arcángel de Tous que un día estuvo bajo la administración de Don Juan Antonio.
Algunos aducirán que los culpables de este y otros asesinatos similares ya han sido castigados, pero yo digo que los principales responsables de los asesinatos y otras barbaridades que se cometieron en uno y otro bando durante, antes y después de la guerra, son la sinrazón, la barbarie, la incultura, la ruindad y cuantos otros sinónimos de este estilo se os ocurran, pero por encima de todo, el odio, el odio entre hermanos que alguien se está encargando de resucitar después de más de setenta años.


Me llamo Juan Antonio Magraner Albuixech. Nací el primer día de 1.911 en Almusafes (Valencia). Soy sacerdote y la guerra de 1.936 me sorprende como párroco de Tous (Valencia). Allí soy testigo de los actos de vandalismo contra el templo, como la quema de los bancos de madera de la iglesia y el derribo del altar y del púlpito, pero también de cómo algunas mujeres piadosas salvan las imágenes de los santos escondiéndolas en sus casas. Afortunadamente, en el pueblo respetan mi vida y me ofrecen cobijo y protección. Un día llegan a Tous unos milicanos de mi pueblo armados con un hacha y un pozal con el que pretenden llevarse mi cabeza como trofeo. La gente de Tous me protege y el alcalde dice a mis paisanos que si así lo quieren, me van a ver, pero que no van a tocarme ni un pelo si quieren salir vivos de allí. Los traen a mi presencia y muerto de miedo los recibo en la casa donde me alojo. Al tenerlos frente a mí, reconozco entre ellos a un vecino de mi familia de toda la vida y como Julio César en parecido trance le digo en mi lengua materna: "¿Vosté també?". Las críticas de gentes, de madres y padres que tienen hijos en el frente, me hacen tomar la decisión, a pesar de que otros muchos me lo desaconsejan, de incorporarme a filas. En principio soy destinado al frente de Huesca, allí llego incluso a ejercer de maestro, cosa que, desinteresadamente, también hacía en Tous. Alguien me denuncia y me encarcelan. Poco después, en la primavera de 1.938, me fusilan por el único delito de ser sacerdote. Tengo 27 años. No tengo descendencia y no sé si mi caso está contemplado en la ley de la memoria histórica.

3 comentarios:

Maribeluca dijo...

esta memoria no les mola..tampoco se ha vuelto a saber de los restos de la fosa hallada en el cuartel de la BRIPAC (probablemente de las purgas a sus propios compis), pero probablemente alguien venga a decirle que por hacer constar estas cosas, usted está contribuyendo al odio y a la división...manda webos...

ESTETICA MARIA JOSE dijo...

Una historia real la de mi tio abuelo Juan Antonio Magraner Albuixech.Una memoria histórica que debemos progeger y recordar.

ESTETICA MARIA JOSE dijo...

Una historia real la de mi tio abuelo Juan Antonio Magraner Albuixech.Una memoria histórica que debemos progeger y recordar.