viernes, 8 de julio de 2011

EL CÓDEX CALIXTINO

Me parece que hay muchos puntos oscuros en la historia que se está contando sobre el robo del famoso (desde ahora) Códex Calixtino de la Catedral de Santiago de Compostela. Cómo puede desaparecer una cosa tan valiosa sin dejar rastro y que nadie, ni las cámaras de seguridad, haya visto nada. O es que los responsables de cuidar estos tesoros son más inocentes que un sonajero o más culpables que Al Capone. Me huelo que este objeto es de los que se recuperan después de mucho tiempo. Si se recuperan. Ojalá me equivoque.
Pensando en el asunto, me han salido estas seguidillas.


El Códex Calixtino
de Santiago
lo han cambiado de sitio,
¡menudo estrago!
Gente inexperta
parece que han dejado
la puerta abierta.


El caso ha desatado
mil conjeturas
y han culpado a una banda
pero de curas.
El manuscrito,
como no tiene precio,
salió grautito.


El Obispo se exalta
y se enfurece,
están buscando el códex
y no aparece.
¡Manda testículos
si se han llevado el libro
con sus versículos!


Pero en toda la curia
nadie conoce
al que ha robado el códex
del siglo doce.
Quien está alerta,
no deja por descuido,
la puerta abierta.


En general, el clérigo
es muy confiado
y esta vez los ladrones
se la han pegado.
Con más cautela,
que pongan a una monja
de centinela.


LdP

5 comentarios:

Javier dijo...

Estas cosas pasan. Un día fui yo a Valencia con mi mujer y me la dejé olvidada en un anticuario. Cuando me dí cuenta y regresé a por ella, el anticuario me dijo que ya no estaba. Claro que el caso es diferente, ella es autónoma y puede andar, el Códice sin embargo, creo que todavía no tiene patas.

Un abrazo.

Love de Pega dijo...

Es verdad, Don Javier, el caso es diferente, pero si su intención era despistarse de su señora durante un rato, no eligió bien el sitio, además de que no es muy elogioso para ella que usted intente camuflarla en una tienda de antigüedades, la comprendo si después le dio a usted un buen tirón de orejas, que se lo tenía merecido. Si otra vez quiere despistarse, le sugiero que la lleve, provista de una tarjeta VISA sin límite de gastos a un buen centro comercial. Ya me dirá.

Javier dijo...

Peor que la desaparición del Códice Calixtino fue la desaparición del cráneo del Papa Luna del Castillo de Peñíscola con todo lo que se escondía en su cabeza y creo que al final acabó apareciendo. Como no cuidemos las herencias, al final terminaremos perdiendo la cabeza todos. :):)

Un abrazo.

Monsieur de Sans-Foy dijo...

Ahí te he visto fino, parecías talmente Jorge Llopis (que es mucho elogio)

Yo no he querido tocar el tema del hurto galaico, porque me pone de muy mala gaita.

Abrazos.

Monsieur

Jason dijo...

Lo ha robado el CNI para conseguir pasta para el gobierno,que ya la deuda no la compra nadie.