miércoles, 18 de abril de 2012

MENSAJE DE LA KIRCHNER

El mensaje es contundente. Basta con una décima.


Nunca, por más que proteste,
ningún gallego boludo
ha de gestionar el crudo
de la patria albiceleste,
y aunque a Repsol le moleste,
les digo con alharaca
que si hay que atracar, se atraca.
¡Pueblo argentino, despierta,
que el crudo está en Vaca Muerta
y hay que chupar de esa vaca!


LdP

2 comentarios:

Tannhäuser dijo...

Le admiro D. Love que ha sido capaz de componerle una décima a esta marrana, porque lo que es a mí, esta puta electa a la presidencia por un pueblo tan inculto y despreciable como el nuestro, apenas me ha inspirado una redondilla. Y dudo incluso que merezca el esfuerzo.

La viuda de aquél pedorro
bizco, en conspirar experta,
se hace la vaquita muerta
y nos roba, por el morro.

Javier dijo...

Dedico este tango a Cristina Fernández de Kirchner por la visión de futuro que demostró poseer al expropiar la filial Argentina de Repsol YPF:

Cristina la porteña, mujer bragada y brava,
no me expropies los huevos y déjame vivir.
No tapes tus vergüenzas con lances de gitana,
olvida tus bravatas y aléjate de mí.
Si la vida es un tango y estás sola en la pista
buscando un buen tanguista que te haga revivir,
dale suelta a ese fuego que causa tus ardores
y entrégate a los brazos de un gaucho bailarín.

Baila, Cristina, baila,
no dejes de bailar
que la vida es muy corta
y la hay que aprovechar.
Baila, Cristina, baila
con aire seductor
y piensa que aún te encuentras
fresca como una flor.

Creciste entre recuerdos de sueños imposibles,
por mucho que te empeñes no los vas a alcanzar.
Déjate de milongas, olvida a tus fantasmas
y pide que Argentina se ponga a trabajar.
De qué te sirve amiga hacer la pascua a España.
¿No ves como se escapa con prisa el capital?
Si sigues aventando el odio y la cizaña,
verás en poco tiempo que todo os va a ir muy mal.

Un abrazo y… ni que decir tiene que la letra hay que cantarla con música de tango y, si se baila, conviene bailarla bien agarrado a la dama para que no se nos descontrole, como diría el genio de Cantinflas.