Todavía trae cola aquello de las fotos robadas a Scarlett Johansson (y a otras actrices) de los archivos personales de su teléfono móvil. Van a juzgar al hacker que las robó y si es considerado culpable, el individuo puede verse condenado a bastantes años de prisión. Mientras, Scarlett, ha declarado en una entrevista que se hizo las fotos para uso exclusivo de su entonces marido, el actor Ryan Reinolds. Y ahora que se han divorciado, ¿se las devolverá?
Estas estrofas podrían ser una declaración de intenciones de Scarlett.
¿Qué delito he cometido
por mostrarle a mi marido
lo que yo tengo escondido
y que guardo para él?
¿A qué viene ese alboroto
si a solas me despeloto
y le remito una foto
en la cama de mi hotel?
Si no estoy rodando porno,
aunque enseñe mi contorno,
¿a quién le causa trastorno
mi desnudo personal?
Que a veces tengo un antojo
y de todo me despojo,
y no me causa sonrojo
mi escaparate carnal.
¿Por qué viene un insensato
que en flagrante desacato
ha robado mi retrato
y lo ha colgado en la red?
Pues aunque parezca horrendo
el castigo que pretendo,
quiero que como a Don Mendo
lo entierren en la pared.
LdP
La poesía satírica siempre ha sido una de mis aficiones. Componerla y compartirla siempre me ha causado satisfacción y felicidad si he arrancado una sonrisa de quien me ha leído. La ironía, el sarcasmo, la sátira son armas de doble filo que pueden fácilmente volverse contra quien las utiliza. También pueden ser motivo de enojo para la persona satirizada. No es esa mi intención. No pretendo que esto vaya más allá que una crítica ácida a veces, pero inofensiva. Pero crítica al fin y al cabo.
2 comentarios:
Esa muchacha Escarlata
que se ha puesto timorata
y pretende dar la lata,
ciertamente, es un bombón
No se qué dirá la gente,
yo no veo consecuente,
enfadarse grandemente
por causar admiración.
No es que muy raro sea,
mas ¿Por esa intromisión
20 años de prisión?…
¿Y si llega a salir fea?
Publicar un comentario