Una vez más, y ya van unas cuantas, llama la atención la decisión de ese juez que imputa a un padre por haber castigado a su hija menor a no salir de casa durante un fin de semana después de que (presuntamente) le encontraran entre sus pertenencias un chivato de marihuana. Bueno, pues parece que la joven se ha escapado del centro de protección en el que fue acogida. ¿Qué van a decirle ahora al padre? Mire, su hija se nos ha escapado del centro al que la habíamos llevado después de impedirle a usted que aplicase su criterio como padre para solucionar sus posibles diferencias.
¿No es grotesco?
Soy padre y trabajo como educador, me pregunto qué margen legal de maniobra me queda para poder ejercer ambas funciones sin que me imputen cualquier día de estos. Me parece que a partir de ahora va a ser mi hija quien me dé a mí permiso para salir de casa.
Siendo un tierno bebé, metí la pata
y me dejó mi madre sin chupete,
más tarde propinóme algún cachete
que es forma de punir rasa y barata.
Si a veces mi conducta fue insensata
y emulé a algún pedante matasiete,
con alguna caricia en el moflete
mi padre me calmaba la bravata.
Por eso me sorprende y acogota
el auto de algún juez de pandereta
que con inmenso afán por dar la nota,
le hace caso a una joven majareta
y acusa a un padre recto cual idiota.
¿Será que hemos perdido la chaveta?
LdP
La poesía satírica siempre ha sido una de mis aficiones. Componerla y compartirla siempre me ha causado satisfacción y felicidad si he arrancado una sonrisa de quien me ha leído. La ironía, el sarcasmo, la sátira son armas de doble filo que pueden fácilmente volverse contra quien las utiliza. También pueden ser motivo de enojo para la persona satirizada. No es esa mi intención. No pretendo que esto vaya más allá que una crítica ácida a veces, pero inofensiva. Pero crítica al fin y al cabo.
6 comentarios:
Tanta Mierda y Costumbres Relajadas
Tanto Amor-Concesión a Paletadas
¿En Qué Quedaron, Dime, Niña Mía,
Si A tu Madre y a Mí, nos Dás el Día?
Debe Picarte Mucho la Entrepierna
Para Atacar Así, la Autoridad Paterna.
Dieciséis Años... ¡Ya Eres Talludita!
¡Menuda la Has Armado Dulce Hijita!
¡Pronto te Echas al Monte!¡Que CABRITA!
Buen Soneto, Amigo Love.
APLAUSOS. ABRAZO. BRINDIS POR LA "REPOSICIÓN EL ARTÍCULO LEGAL" QUE GRACIAS AL ZAPO,QUITA A LOS PADRES EL DERECHO "NATURAL" DE CORREGIR Y EDUCAR A SUS HIJOS, EN BENEFICIO DEL "ESTADO" Y QUEDA LUGARA CASOS TAN ESPERPÉNTICAMENTE BOCHORNOSOS.
¡Y AGORA LA "INOCENTE NENITA" SE HA LARGADO DEL "HOGAR JUVENIL DONDE ESTABA INGRESADA Y POREL MISMO MOTIVO...
¡PESTE DE JUSTICIA DESEQUILIBRADA Y ANTINATURAL!
Lo Dicho.
y
¡¡RIAU RIAU!!
Efectivamente, usted lo ha definido muy bien: el derecho NATURAL de corregir y educar a los hijos, guardando para el estado el derecho al adoctrinamiento, no sea cosa que los nenes salgan algo conservadorcetes y lleguen a pensar que para conseguir algo en esta vida hay que esforzarse. Así nos va.
verdaderamente es de aurora boreal el caso de la menor que mencionas. Vaya juez, vaya leyes, vaya tela. Y encima el coste de la absurda maquinaria,contraproducente, que se mete en todo y para todos.
Muy bueno el soneto
saludos blogueros
La familia es lo que quieren
destruir, a toda costa,
redactan la ley a posta
para lograrlo y la hieren.
Que el padre es el malo infieren
luego a la hora de aplicarla
y obligar a respetarla,
anulan su autoridad
y logran, con tal ruindad,
su objetivo que es cagarla.
Plash. Plash. Plash. Póngase la medalla que quiera, por mi parte creo, y creo bien, que este soneto se las merece todas.
Un abrazo.
Rubrico y multiplico por 5 todas loas anteriores.
Fernando
Publicar un comentario