La lectura de esta noticia me recordó la historia, que contaba Miguel Gila, de cuando los mozos de su pueblo le gastaron la broma a un recién casado de cambiarle la novia por una burra, y él no se dio cuenta hasta la mañana siguiente cuando entró luz por la ventana. "Hombre, yo sí que notaba algo de pelusilla en el hocico", parece que confesó el novio. Y Gila añadía después que "con lo fácil que hubiera sido darse cuenta por el tamaño de los dientes".
Salvando las distancias, esta historia también se las trae y a mí me deja con muchas dudas. El "ocupa" podría estar muy borracho, pero no se fue a dormir con una burra, precisamente.
¡Qué susto más grande
pasé el otro día!
Estaba en la cama
feliz y dormida
en esos momentos
de paz y armonía
en que duerme el cuerpo
y el alma delira,
estaba soñando,
algo soñaría,
pero no me acuerdo
ni lo que sería
cuando oí una voz
clara y decidida,
firme y exigente
que así me pedía
que me hiciera a un lado
porque no cabía.
-Éste no es mi Pepe-
me dije a mí misma,
esta voz que oigo
es desconocida
mas sólo por eso
quizá dudaría
de que fuera Pepe
quien allí dormía,
pero este sujeto,
¡qué olor desprendía!,
si mi esposo bebe
sólo leche y tila
y este cerdo apesta
cual destilería,
y entonces le palpo,
¿qué le palparía
que entonces no tuve
la duda más mínima?
-Tú no eres mi Pepe-
le dije enseguida
y medio dormido
huyó de estampida
que aún no lo ha hallado
ni la policía.
Hombres confiados
que andáis por la vida
y que algunas veces
descuidáis la viña,
guardad diligentes
la cama y la silla
que fácil la pierde
quien se fue a Sevilla.
LdP
La poesía satírica siempre ha sido una de mis aficiones. Componerla y compartirla siempre me ha causado satisfacción y felicidad si he arrancado una sonrisa de quien me ha leído. La ironía, el sarcasmo, la sátira son armas de doble filo que pueden fácilmente volverse contra quien las utiliza. También pueden ser motivo de enojo para la persona satirizada. No es esa mi intención. No pretendo que esto vaya más allá que una crítica ácida a veces, pero inofensiva. Pero crítica al fin y al cabo.
2 comentarios:
¡Jajajajajaja Muy Bueno Amigo Love!
Esa Composición Vuestra, me Recuerda ,-porque viene a cuento-, un simpático pareado muy antíguo que decía:
"Conocí a un Hombre de Bien,
que se acostó, Bueno y Sano
y Despertó, al Día siguiente,
Con Un Cuerno en Cada mano..."
Un Abrazo y ¡¡RIAU RIAU!!
Jajajajaj mein liebe Herr, muy bueno, pero éso no es lo más triste, lo peor, con mucho, es que hay infinidad de mamíferos esposados que cultivan sus cuernos, como seguro de buena vida, ya que de ellos comen.
D. Love, perdone, pero yo esa historia tan bucólica y alcohólica no me la trago; ahí hay añgo más que los protagonistas de la misma, sin duda por modestia, claro, callan.
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