martes, 1 de febrero de 2011

UN INVIERNO EN MALLORCA

Con el permiso de George Sand, titulo esta entrada igual que el libro en el que ella contó las experiencias de su estancia en Mallorca, acompañada de Frédéric Chopin, durante el invierno de 1.838-39.
Pues resulta que ahora ha trascendido que la celda exhibida en la cartuja de Valldemosa como la que ocuparon la escritora y el genial músico, no es en realidad la que habitaron, ni tampoco el piano que se expone el verdadero piano en el que Chopin ideaba sus maravillosas composiciones.
Yo he estado allí y si ha habido engaño, me importa un bledo. De Chopin no me importa ni dónde dormía ni con quien. Me quedo con su música. La partitura de abajo, la del Nocturno nº 2 Opus 9, es una de las más bellas páginas escritas para el piano.


Y yo que al visitarla oí del piano
los acordes en bella consonancia,
subir por las paredes de la estancia
que acomodaba al genio varsoviano.

Y yo que al visitarla vi su mano
plasmar sobre el teclado la elegancia
de arpegios, que en sonora resonancia
llenaban su retiro cartujano.

Quizá en rincón sombrío y taciturno
sobre un papel plasmaba su nocturno
con cadencia de música angustiosa,

en muros que escucharon sus estudios,
polonesas, scherzos y preludios
de un invierno febril en Valldemosa.

LdP

5 comentarios:

Tannhäuser dijo...

Empeño es de la chusma más casposa,
de quienes, en cultura, son enanos,
pontificar como bolivarianos
que todo es diferente, es...otra cosa.

Chopin nunca estuvo en Valldemosa,
también, cartagineses y romanos
en la vida llegaron a las manos
y la osa mayor no es una osa.

Filántropo fue Largo Caballero
Belén Estéban es una princesa
y a la luna no se ha ido ni una vez.

En América, Colón no fue el primero
ni viene de Mahón la mahonesa.
¡Harto estoy ya de tanta cretinez!.


D. Love:

Para mi que ésto es una muestra más de la obsesión por reescribir la historia, por llamar a las cosas de cualquier manera, menos por su nombre y de cambiarlo todo según la peculiar "kampfkultur" de la progresía.

aspirante dijo...

Le quita eso magia a la música de Chopin?
NO!

Seguramente el dueño de la casa-museo no se lleve bien con los del tema cultural autonosúyico.

Old Nick dijo...

Nada es lo que parece a simple Vista
Cuando se Trata de Decir Verdades.
¡Que la Historia, No admite Falsedades!
¡Ahora ya se han Cargado al "Pianista"!

¿La Cartuja? ¡Mentiras de Cuentista!
Un Escenario Vil de Vaguedades,
que engañó a los "Busca Novedades",
Con el Más Puro afán "CazaTurista"...

¡Contento el Pueblo Está, Se Ha Hecho Justicia!
¡Cayó la Estafa Vil en Valldemosa
¡Delenda est otra "Atracción Turística"!

¡A Ver si Variamos la Casuística
y Aclaramos de una Vez, la Cosa,
de "La Memoria" que No es una Franquicia.

Jason dijo...

Lo mismo que tocó el piano,algún que otro día se tocaría los huevos y no lo han puesto en un museo.
Lo importante es la música que compuso sin importar en que piano.

B.Artigues dijo...

El gran problema de la prensa actual es que cojen una notica y publican lo que les da la gana resumiendo a veces en demasia y otras poniendo titulares que llevan a confusion. Luego el cuerpo de la noticia, a veces, no siempre, da una explicación no muy detallada pero que permite entenderla un poco mejor.

Chopin estuvo en Mallorca, en la cartuja de Valldemossa y Goerge Sand escribio su libro sobre los mallorquines basandose en esa estancia. El problema es que la cartuja, por divisiones de herencia y otras historias, no tiene un propietario unico y hasta ahora ha habido pleitos y discusiones entre los diferentes propietarios sobre en que celda estuvo alojado: en la 2 o en la 4. Y digo hasta ahora, porque la noticia es que un juez ha decidido en base a los documentos que disponia que la celda donde estuvieron Chopin, Sand y el hijo de esta fue la 4 y no la 2. Y que el piano que se exhibia en la 2 no lo pudo tocar nunca Chopin al ser un modelo que se fabricó posteriormente a su estancia en la isla.

Que estuvo en Mallorca, en Valldemossa y en la Cartuja es seguro. La confusion nace por el afan de negocio de gente con pocos escrupulos que pretenden hacer negocio engañando a los visitantes diciendo que estuvo donde no estuvo y poniendo un piano de pega para que de el pego.